Monday, November 16, 2009

Rosas Negras

En el cementerio se puede ver la figura de una mujer que está iluminada por la luz de la luna llena. Es la única fuente de luz en la oscuridad de la noche. Su vestido blanco y flojo es casi del color de su piel. Sus facciones sencillas y delicadas y sus labios llenos y rosados de la cara son impasibles. El azul claro de sus ojos expresa tristeza, decepción y falta de esperanza. El principal elemento que está en contraste con la pureza de la visión es su pelo rojo fuerte. La fuerza de la mujer es grande como su pelo, aunque ha resistido bastante maltrato.

La oscuridad le envuelve mientras está caminando por el cementerio al lado de las lápidas y los mausoleos de años pasados y personas olvidadas por la nueva generación. Algunos de los mausoleos son impresionantes pero a ella no le importa y no deja de mirarlos. Hacia al fondo del cementerio la mujer de blanco permite escapar un lágrima que cae en un pétalo de las rosas que están en su mano. A diferencia de su persona y piel, las rosas no son blancas ni lucen ante la luz lunar. No, el ramo de rosas es totalmente negro, sin inocencia, con una belleza tan oscura y terrible como las cenizas de un ser querido que no está más. La mezcla del pelo rojo, las rosas tan negras y la blancura de la mujer son como un rompecabezas cuyos trozos de pasión, dolencia y pureza forman el carácter de ella, su vida – pasado y presente. La mujer desea que el dolor que siente no esté en su porvenir después de esta noche, la noche que sirve para exiliar a los demonios internos.
En este lugar donde la lágrima ha mojado el pétalo hay una tumba vacía en la que hay una sombra con la forma de un hombre. La sombra luce igual que aquel hombre de su pasado. Un hombre alto, de buena apariencia, pero no muy guapo. En el pasado, una mirada hacia él, hacía que su corazón palpitara más rápido. Pero eso era en el pasado. El viento atraviesa la sombra y el pelo rojo, pero solo su pelo se mueve. La composición está vacía, sin corporeidad, solo una sombra, solo la representación de un hombre una vez casi conocido. La mujer debe decirse a sí misma que no debe tener miedo. Mira la tumba en que el hombre de sombras está de pie y ella puede sentir un dolor en su pecho por los malos recuerdos. Es casi como si pudiera oír un pedazo de su corazón partiendo una vez más con las promesas no realizadas y siempre falsas. “Deja me en paz,” grita la mujer dentro del viento. El hombre solo reacciona riendo. La mujer había tenido demasiado de estas risas en el pasado y no las aguantara ahora. Siguiendo, con su mano temblorosa, pone una de las rosas negras en la tierra, en el centro de la tumba, igual que cuando un viajero al cementerio dice “adiós” a alguien. Esta acción causa que el hombre de sombras desaparezca en la oscuridad. Su memoria, esta destinada para siempre a estar en el abismo de pensamientos y sentimientos perdidos.

El alivio de la desaparición la tranquila, pero se le hace difícil contener la respiración. Respira, es importante respirar y continuar la muerte de estos sentimientos tan bellos y horribles que la han atormentado. El acto de recordar las relaciones fracasadas siempre es agridulce. Las primeras miradas y palabras, la atracción y esperanza, risas y sonrisas – todo eso seguido con decepción y malas intenciones, el dolor de ser rechazada y de no sentirse querida. Cometidos por hombres que tienen los culpables de la falta de confianza en otros hombres. Los recuerdos a veces son más dolorosas que los eventos reales. La mujer no quiere pensar nunca más en esos hombres malditos del pasado, pero para cumplir esta meta necesita continuar su misión en el cementerio sombrío. Unos pasos adelante esta de otro hombre de sombras. Esta vez no es tan fácil enfrentarlo. El sonríe con satisfacción al miedo de ella y se burla con su mirada de crueldad. La mujer blanca siente que no puede distanciarse del poder de la sombra simbólica. La forzar a ella a recordar las palabras hermosas y dulces, las risas y entonces la desatención y el abandono. Se enoja con la incertidumbre de recordar la influencia del hombre y este se sonroja. El enfado de ella le da fuerza de tirar otra rosa a la tierra. Se termino – él no tendrá nunca más poder ni importancia. Nunca lo ha necesitado antes y ahora él no estará.

Si solo hubieron sido dos, pero no, el mismo error siete veces. Siete hombres, siete fracasos. Ahora el dolor pasado tiene que borrarse, no importa cuánto cueste; aunque, a veces, durante su cometido, piensa que no vale la pena. Es mejor vivir con el corazón roto e incompleto, que enfrentarse con sus demonios internos en la forma de los hombres del pasado, quienes han tomado los pedazos de su corazón y los han triturado con su ignorancia, juegos y crueldad. Como si la luna tuviera piedad de ella, los rayos de luz lunar brillan más luminosos por un instante y la mujer se da cuenta de que la soledad nunca podrá ser soportada por ella aunque tuviera que vivir con los recuerdos del a partido. La pureza blanca de ella ilumina con más brillo que el don de la luz. Puede continuar con su estado lamentable.

Han pasado algunas horas desafortunadas para la mujer blanca. Sus pies están cubiertos con una capa pequeña de barro de la tierra de las tumbas y el rocío del césped. Por fin se puede mirar visos de esperanza en sus ojos tan azules. Ahora ha desterrado al último hombre de sombras con una de las últimas rosas negras. Esto ha sido lo más fácil, otros han requerido lágrimas y bastante tiempo luchando en una guerra negro de emociones. Se siente mareada y sabe que todavía necesita dejar esta pesadilla atrás. Alrededor del cementerio por el fondo, donde ha puesto las rosas, todas las sombras han regresado. Es como una última oportunidad para guardar los sentimientos y los recuerdos, para no olvidarlos. Tiene que salir finalmente de las sombras demoniacas. Para terminar, necesita poner la última rosa en una de las columnas cortas de la valla en la entrada del cementerio. La mujer mira una vez más a las sombras, y pone la rosa con una respiración profunda. ¿Sera que la nueva mañana finalmente la sacara de la oscuridad?

Cuando ella se da la vuelta de la vista de la rosa final, ve la figura de un hombre que tiene una rosa blanca en la cima de la colina en los arbustos, que tiene una rosa blanca. La mujer no siente confianza por otro hombre, pero camina hacia los primeros visos del amanecer. Solo quiere salir del cementerio y empezar una nueva vida para sí misma. Pero, cuando se acerca al hombre, empieza a pensar en que ha salido del cementerio, lo que causa que ella tropiece. Sin embargo, el hombre le coge con sus brazos fuertes, antes de que la mujer se pueda caía. Es algo que nadie ha hecho por ella antes, especialmente un hombre. Como la mujer está tratando de recobrar el equilibrio, el hombre le ofrece su mano firme y una rosa blanca. Mira la rosa tan blanca como su piel, su alma pura. No es como las rosas negras de doler y muerte; no, es de vida, esperanza, pureza. La mujer lo acepta después de unos momentos, en una manera u otra sabiendo que él nunca va a abandonarla y siempre estará con ella. En seguida, cogidos de la mano con pureza y esperanza ellos caminan hacia la luz gloriosa de la puesta del sol, dejando la oscuridad para siempre.

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